martes

Corre que te pillan


Para muchos (incluyéndome varias veces), las películas deportivas de los gringos pecan de ser obvias, sentimentaloides al extremo, y una muestra de que el norteamericano siempre vencerá a los demás. La película de esta semana marca una diferencia, una histroria real de un personaje que peleó contra su propio país para imbatir records en las Olimpiadas, pero que no tuvo el tiempo para hacerlo.


Había un tipo con unas patillas setenteras envidiables, que corría en cámara lenta contra un finlandés en las Olimpiadas. Como buena película gringa era obvio que ganaba, pero no fue así.

"Prefontaine" (1994/ Steve James) no es la típica gringada de deportes en que terminan con una cámara lenta cuando el protagonista, luego de pasar diversos obstáculos y penas, gana mientras con una cancioncilla patética de fondo. Lo que digo es que siempre hay un final esperable que te caga las dos horas que estuviste frente a la pantalla.

Es una historia real, una historia que no exagera el mito que existe entorno a la figura de Steve Prefontaine, uno de los corredores más importantes que ha sacado al Universidad de Oregon (la power en lo que de sacar atletas se trata). Tú partís sabiendo que el tipo murió en un accidente de auto (no cuento más para no cagar el final), pero lo importante no es en que terminó, sino que hizo en su vida.

Respecto a los actores conocidos tenemos a Jared Leto Como "Pre", Beckin Meyer el nuevo Jhon Bonachon y Ed O'Neil, el recordado Al Bundy. Y es que no debe ser para ellos la actuación de sus vidas, pero ahí esta la gracias; la película no depende de quien actúe. Tanto es así que existe otra versión dando vueltas.

A mi juicio una película entretenida para pasar la tarde. Es como ver a Rocky con un petardo en el culo.

sábado

Campaña Plástica

Aqui les tengo una joyita del inolvidable Plan Z (programa del extinto canal Rock and Pop). Si ustedes pensaban que las campañas presidenciales se hacian con años de anticipación, lo que nunca pensaron es que las tienen prefabricadas.

P.D: dedicado a mi amigo Infante, que me recomendó usar YouTube como fuente de estupidezes.